El Palacio de la Mosquera a finales del siglo XVIII fue morada del Infante D. Luis
En pleno Absolutismo, un noble de alto rango que debía gozar todos los privilegios estuvo atrapado y atado por su linaje borbónico ( flores de lis) y la iglesia , por deseo e imposición de su madre en un principio y por su hermano hasta el fin de sus días. Intento en esta obra reflejar la manipulación a la que se vio sometido el cardenal-infante D. Luis, también arzobispo de Toledo y Sevilla. Para conseguirlo utilizo la repetición, en óvalos como celdas que proporcionan una sensación de rigidez. Dentro de uno de los cuadros aparece el símbolo borbónico de las flores de lis, en el otro símbolos eclesiásticos. Para aumentar la sensación de control, tubos finos de plástico a modo de cosidos que impiden cualquier intento de libertad por mínima que esta sea.
Rosa Guerrero en el Palacio De La Mosquera
El artista despliega visiones nacidas dentro de él, desde hace unos meses o algunas décadas con la misma ingenuidad.
En el caso de Rosa Guerrero, la analogía dicta las coincidencias más naturales, pero también las más improbables, como su encuentro con el Palacio de la Mosquera, y su historia.
Es relativamente fácil de detectar en esta artista, las leyes que hacen estas dos obras sutilmente gratificantes para el espíritu y la historia del lugar.
El dispositivo es muy respetado aquí:
El de navegar entre dos mundo próximos, el de la historia y la creación.
El tema no es todo, es la concepción y la mirada que Rosa Guerrero lanza a través de su trabajo sobre este lugar.
Este ejercicio de equilibrismo entre el lugar, su historia y su creación no ha sido en vano
Georges BENERO-FLORIDEObras:
Nemea I
NemeaII
Oleo,acetato y plástico / lienzo 200 x 200 cm. 2011
http://obraderosaguerrero.blogspot.com/
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